miércoles, 10 de noviembre de 2010

La Pequeña Oruga Glotona

Una noche, encima de una hoja iluminada por la luna, había un pequeño huevo.

Este huevo era de una pequeña oruga hambrienta, que se pasó todo el cuento comiendo, atravesando página tras página hasta quedarse totalmente satisfecha.






Hace ya 41 años que se publicó por primera vez La Pequeña Oruga Glotona, y sin embargo este cuento continúa siendo uno de los imprescindibles en la sección infantil de librerías, bibliotecas o ferias.
Cada ilustración, que hipnotiza por la luminosidad de su colorido, es una pequeña obra de arte; y las páginas, perforadas allá por donde la oruga va pasando, convierten al lector en protagonista de la aventura.

Pero sin duda, lo más impactante de este pequeño cuento es el magnífico final. Siempre conseguía sorprenderme, incluso tras haberlo leído una y otra vez, y aún hoy tiene este poder sobre mí. El misterio de la metamorfosis: Una impactante y bellísima mariposa que aparece a doble página con un colorido espectacular.


Mi pobre ejemplar tiene ya alguna pequeña mancha amarillenta fruto del inevitable paso del tiempo, y ese olor carecterístico y delicioso de los libros antiguos... pero todavía se me iluminan los ojos cada vez que lo abro...

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